La gran asamblea



Cuentan que una vez, hace mucho tiempo, hubo una Hada que se propuso hacer realidad el mayor de todos los deseos y que aún, hoy, sigue intentándolo.


Todo empezó un día en el que nuestra Hada estaba volando de acá para allá, tocando con su varita todo y disfrutando, de repente oyó muchas voces, se acercó a ver qué ocurría y encontró a la Naturaleza reunida en una gran asamblea. Todos hablaban sin parar;

-          Yo estoy harto, si siguen así apago y vámonos- decía el Sol.

-          Pues a nosotras que no nos soplen, porque descargamos toda nuestra lluvia de una vez y nos largamos para siempre- decían las nubes.

-         - ¡Cómo me sigan calentando al final voy a secar ríos, lagos, lagunas y pantanos!- amenazó la Tierra.

-        -  ¿Por qué estáis tan enfadados? – preguntó Hada

-         - Porque ya no nos quieren, las personas han dejado de cuidarnos para empezar a maltratarnos, tiran basura en los mares, ríos y campos, malgastan los recursos, viven como si todo durara eternamente, como si fuera inagotable,  y no lo vamos a aguantar más, esto se acabó- le dijo la Tierra.

Hada nunca había visto a Tierra tan enfadada, no daba crédito a lo que estaba escuchando.

Desde el día de la asamblea comenzaron a ocurrir cosas extrañas, durante el verano hizo más calor de lo esperado, en el otoño no hubo ningún cielo gris, las hojas de los árboles se resistían a caer, durante el invierno no se dejó ver ni un copo de nieve, cuando llegó la primavera no trajo ninguna flor, los jardines se quedaron esperando, y en verano no sopló ni una brizna de aire, era sofocante el calor, comenzó a faltar el agua. Todo, todo, se volvió más triste.

Hada  no aguantó más y convocó otra asamblea;

- Esto no puede continuar así, por favor, volved a ser como eráis antes- les dijo

- Aunque quiera no puedo, me están agotando- contestó la Naturaleza. 

- Hablaré con las personas, tu únicamente debes aguantar, confía en mí, lograré que entren en razón, te prometo que haré realidad este sueño, conseguiré que todas las mentes piensen en ti, te prometo tocar la conciencia de todas las personas y confía, ya verás como cambiarán, tu solamente aguanta.

Desde entonces Hada no para, apenas descansa, gracias a ella, existen muchas personas que dedican su vida a defender la naturaleza, muchas más que la cuidan y educan para que otros la cuiden, aunque Hada sigue trabajando porque todavía hay muchas conciencias a las que tocar con su varita.

Si alguna vez ves unas huellas verdes, son de Hada, habrá pasado por ahí para tocar alguna conciencia.


  En la pestaña -Razón de ser- explico cómo surgió esta historia.

5 comentarios:

  1. Excelente y bello

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  2. Por aqui paso. A Bea le encantó.

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  3. Gracias, un verdadero placer escribirlo.

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  4. Qué suerte que haya hadas que tocan conciencias!!! Continuaré llamándola para que nos siga enseñando. Lindos pies!!!

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